Zacatecas. El ejercicio de la maternidad debe comenzar a verse como un ejercicio libre y no sólo un acto reproductivo
El Día de las Madres es una celebración trascendente para la cultura mexicana; sin embargo, es necesario recordar que el origen de la fecha está vinculado a la resistencia de la elección de las mujeres a la libre maternidad.
La Secretaría de las Mujeres (Semujer) hace hincapié en rescatar la fecha como una oportunidad de reflexión en torno a la elección libre e informada (como un derecho humano) que tienen las mujeres sobre el número de hijos e hijas que desean.
Del mismo modo, invita a analizar el rol que se ha asignado a la figura materna, que en nuestra cultura es la abnegación, devoción, sacrificio, renuncia y amor incondicional; en definitiva, un prototipo de ‘la buena madre mexicana’.
Dichas características asignadas ponen en riesgo la integridad y el desarrollo personal de las mujeres, y pueden ser sujetas de discriminación o rezago, además de colocarla en estado de vulnerabilidad.
El ejercicio de la maternidad debe comenzar a verse como un ejercicio libre y no sólo un acto reproductivo para convertirse en un rol que implique el deseo a ser madre y esté vinculado a la autonomía.
Cabe destacar que los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres se sustentan en acuerdos internacionales ratificados por nuestro país y respaldados por leyes y normas nacionales.
El derecho de la mujer a decidir sobre su maternidad y su cuerpo se garantiza en la Constitución Política Mexicana, Ley General de Salud, Ley General de Población y Norma Oficial Mexicana de Planificación Familiar.
La Semujer pidió visibilizar la función materna que desempeñan las mujeres en las familias, a través de sus roles, como cuidadoras, administradoras y trabajadoras, ya que su labor ha impactado en el desarrollo económico, cultural y social del estado.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo, las mujeres dedican mayor tiempo a los cuidados de menores en el hogar, personas con discapacidad o enfermas, con 23 horas frente a las seis que invierten los hombres.
La misma encuesta señala que el trabajo doméstico en los hogares representa el 21.7 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional (PIB), mismo que es realizado en un 79.5 por ciento por mujeres y 20.5 por hombres.